LA PLASTILINA HACE VOLAR NUESTRA IMAGINACIÓN

El viernes, cansados ya un poco de trabajar, estuvimos inventando cosas con la plastilina. Hubo de todo: pizzas, pendientes, pulseras, muñecos de nieve, hombrecitos,... Lo importante es que la plastilina es un recurso que además de ofrecer diversión a quienes la tienen en sus manos, ocupa un lugar en el desarrollo motor y educativo de los niños.
La plastilina es un recurso que se ha empleado desde sus inicios como un motivador para la creatividad, el desarrollo psicomotor y hasta como parte de terapias en la que los niños la emplean para darle forma a objetos que ellos no tienen la capacidad de describir verbalmente.
También sus colores son una forma divertida para los niños de diferenciarlos, aprenderlos y mezclarlos. Si se dividen en varios pedazos, son una buena ayuda para enseñar a contar y dar nociones sobre los tamaños. En fin, las opciones son muchas, sobre todo si se toma en cuenta que ya sólo por poder ser los niños quienes "hagan", su autoestima se eleva.